En la alegre mirada de Alfredo se esconde, muy al fondo, su duro pasado.
La pobreza que le tocó vivir, la marginación; un estar perdido que aún recuerda, si se le pregunta, pero que despacha con rapidez y sin entretenerse en la pena y en lo que sintió aquellos años. Alfredo siempre mira hacia el futuro. Es optimista y trabajador. Un cascabel en cualquier habitación a la que entra. Salió pronto de su pueblo y, gracias al interés del Padre Vicente y de Emilia Barragán, que desgraciadamente ya no está con nosotros, encontró su espacio en la asociación Paz y Bien. Ahí empezó su nueva vida.

Las oportunidades no se dan, las oportunidades se aprovechan. Y vaya si Alfredo se ganó el amor de los que le tratamos en aquellos primeros años. Con su humildad y su talento, consiguió hacerse indispensable en nuestro taller de Artes Gráficas. Un trabajo con mucha responsabilidad que él desempeña, aún hoy, como si fuera su primer día. Con ese esmero, con esa paciencia, con esa concentración ejemplarizante. Se ha convertido además en un referente para todos sus compañeros, sobre todo los que llegan jóvenes y ven en él un modelo a seguir, una inspiración.
Tan amigo de sus amigos. Tremendamente desinteresado. Ciudadano plenamente integrado, independiente, compartiendo vivienda propia y con una economía saneada y ajustada a sus necesidades. Tan responsable y organizado que la Fundación Tutelar TAU, que le asesora en sus gastos, nunca ha necesitado enmendar sus decisiones ni sus gestiones.

El próximo sábado día 6 de abril, el pueblo entero de Cañaveral de León, su localidad natal, le rendirá un emotivo y cuidado homenaje. Lo hacen porque conocen las conquistas alcanzadas por Alfredo y, haciéndose eco de los diferentes movimientos asociativos, le brindarán un acto que pretenden sea inolvidable. Paz y Bien y Fundación TAU estarán, como es obvio, presentes, felices y orgullosos en tan señalado día. La discapacidad es un itinerario que hay que recorrer cada día, siempre con entusiasmo y perspectiva de futuro. Como Alfredo, con esa naturalidad, con esa disciplina a la hora de asumir responsabilidad y con esa simpatía contagiosa tan suya. Él ha escrito bonitas palabras en los corazones de muchos de nosotros. Nos preguntamos ¿será esto plena inclusión? Para muchos de los que le tratamos, un verdadero ejemplo.