Obituario

Nuestra Chari se nos ha ido de viaje cogiendo un avión directo al cielo, y a todos nos ha dejado con un sabor un tanto melancólico. Llevaba unos días preparando la maleta y casi no nos estábamos dando cuenta, ella seguro que no quería irse pero el deber y el destino así lo querían.

Aquí ha dejado a sus padres, Curro y Rosario, los cuales le desean un buen camino y una feliz estancia. A lo largo de todo este tiempo le dieron las típicas lecciones que se le dan a los hijos para cuando tuviera que partir se pudiera valer por sí misma. Sus hermanos y familiares, la han acompañado hasta el último momento, para que no se dejase nada atrás. Ha dejado a sus amigos y amigas, que entre sollozos la han despedido y ella como siempre, con una sonrisa, les ha dado una lección de vida, y les ha dicho que mientras que ella se encuentra ausente disfruten de todo como ella lo hacía. Sus compañeros y monitores ya la echaban de menos y todavía no se había ido porque era de esas personas que siempre te alegran el día.

La maleta la lleva repleta de cosas, porque a ella le gusta viajar como siempre lo ha hecho con sus seres queridos. Eso sí en esos viajes no pueden faltar “las copichuelas de champín”. Como iba diciendo, la maleta la lleva hasta arribita, se lleva fotos de tantos momentos vividos para ponerlas en el tablón, se lleva su fuerza y pasión para vestirse a diario, su arte e ingenio para cuando se vaya de fiesta, y la sonrisa y la gracia la lleva por bandera.

Nos ha dicho que estará muy bien y que todos estamos invitados a visitarla, que cuando lo hagamos nos acogerá con los brazos abiertos, aunque ahora necesita un poco de tiempo para ella y quiere descansar, que ya bastante ha hecho durante todos estos años. Una vez pase este tiempo podemos visitarla en un lugar llamado cielo, en la calle de los ángeles que allí nos estará esperando entre risas y cantos.

Nos veremos Chari. Un abrazo.