El pasado viernes nos reunimos para celebrar el primer aniversario de la apertura de la residencia ‘El Chanza’, ubicada en Cortegana y habitada por personas con capacidades diferentes. El acto supuso un encuentro con todos los movimientos sociales de la Sierra, así como con los representantes políticos.

Aprovechamos la ocasión para recordar el lindo camino recorrido por Paz y Bien en sus 15 años de presencia en la Sierra y en El Andévalo; un camino andado de la mano de todas las fuerzas sociales: parroquias, Caritas, autoridades locales, provinciales y medios de comunicación.

Hoy podemos presumir de contar con unos servicios muy cualificados de los que son beneficiarios toda la comunidad serrana y del Andévalo: centros ocupacionales, unidad de estancias diurnas, residencia para personas con capacidades especiales, centro de menores y un complejo turístico adaptado, como es Sierra Luz.

Ha supuesto un gran esfuerzo, pero nos sentimos muy orgullosos de que la comunidad serrana «ha sentido como algo suyo todas estas conquistas». Antes de iniciar la construcción de las infraestructuras, visitamos cada uno de los municipios; realizamos un estudio de campo, para conocer las necesidades existentes para la atención de los grupos con necesidades especiales. Y una vez que tuvimos conocimiento de los recursos a crear, nos pusimos manos a la obra y ahí están los resultados.

Resulta una gozada contar con la comunidad y hacerle partícipe en la ejecución de un proyecto para la comunidad. De ahí que en el encuentro celebrado el pasado viernes en Cortegana el sentimiento que reinó, y así expresaron los representantes de Paz y Bien, fue uno: «Gracias».

Gracias porque los vecinos se sienten parte importante. Gracias porque consideran como algo suyo las diferentes servicios con los que contamos, y gracias porque nuestros jóvenes son miembros activos en la comunidad.

¿No es para sentirse orgulloso y ponerlo como ejemplo a la hora de valorar la puesta en marcha de un proyecto comunitario?